En nuestra condición de comunicador y forjador de opinión pública observo con preocupación por el uso inadecuado e irracional del recurso tecnológico de las redes sociales, principalmente de la plataforma Facebook, atribuible muchas veces a desconocimiento a sus implicaciones en términos de imagen y daños a la integridad moral de los demás.
Quienes utilizan ese importante recursos al margen del principio ético y de las normativas de tipo legal, desconocen los graves riesgos a que se exponen. A nadie les asiste derecho a dañar reputaciones en base a supuestos y artificios calumniosos .
Las leyes 6132 de Expresión y Difusión del Pensamiento y la 53-07 sobre Delitos de Alta Tecnología, establecen de manera precisa cuales son las penalidades a que se exponen aquellos que utilizan cualquier medio escrito, radial o televisivo para difamar y denigrar.
Todo ciudadano en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos tiene derecho a expresarse a través de esos medios pero con el apego a las normas que regulan ese ejercicio.
Entendemos que la extraordinaria revolución comunicacional que constituyen las redes sociales, recursos que se ha tornado en necesidad básica en un mundo de la interconexión planetaria, pero se requiere de un uso responsable.
El derecho a la privacidad que debe ser inalienable al ser humano, es a cada momento violentado con publicaciones de fotos de personas en condiciones de in defección , tales como cuerpos sangrantes y destrozados , en ocasiones murimundas, así como niños sometidos a maltratos por sus padres o tutores .
Quienes de esa forma denigran la condición humana , tengo entendido que lo hacen la mayoría de las veces por despertar el morbo o por sensacionalismo (amarillismo ), como a esto se define en el argos periodístico.
También observamos con preocupación como utilizamos las redes sociales para caricaturizar a las máximas autoridades de la nación , así como a otras personalidades del ámbito político, económico, social y religioso, desconociendo que con ello transgreden principios de carácter jurídico que les podrían llevar a prisión y recibir otras penalidades.
Todo ciudadano que se considere injuriado mediante con publicaciones publicadas en las redes sociales les asiste el derecho de apelar a los tribunales judiciales competentes en procura de reparación de daño. En este sentido les exhorto a que lo hagan, incluso en contra nuestra si por algún desliz incurriera en ese tipo de transgresión.
No obstante, el editor de este espacio informativo y de opinión, concluye estas reflexiones exhortando a los usuarios de las redes sociales hacer de manera responsable y valorando la importancia que éstas representan para el desarrollo integral de nuestra sociedad.
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